La tentación del tiranicidio de las
oligarquías político-económicas occidentales —mala hostia elefantiasizada de impotencia— está en la calle. Con la precaución del terreur revolucionario francés que todos hemos
estudiado. No hay más que hablar con los empresarios conocidos del barrio.
Curtidos en mil penurias. Y hoy al borde de la claudicación.
Empieza, pues, a
haber necesidad para nuestros eximios prohombres -altooligopolistas y metafuncionarios— de una vía franca de huida. Y, ya de paso, de nuevas
expectativas de negocio.
No hace falta
subvencionar nuevos Iraks: peli serie D sobre Mahoma y otros caramelos
emporcinados para que los fachas con turbante con sus decapitadorófilos infantes hagan el resto.
Pero no es
suficiente en el wok. El
gran Han acreedor también quiere su cuota de potlatch. Corre el riesgo de no
cobrar de un occidente en quiebra técnica. Además de quedarse sin mercado, sin
crecimiento 10%, y andar sobrado de aspirantes a clase media y remolones Ai Weiweis.
¿Receta de
esferificación bulliyesca laqueada Mei
guanxi?: carnaza islote sushi para las masas, crecientemente abstemias del totalitarismo cinco estrellas (wu xing) postMao; reavivamiento del
recuerdo de la masacre de Nanjing, una de las más escalofriantes del siglo XX.
(De esas que son tabú entre abuelo y nieta; querida Ge Ge, ¿por dónde paras?).
Y ya tenemos chinosis y triquichinosis (retransmisión recomendable
vía Chinitis lolailo, si la aguanta)
Zar Putin,
mientras tanto, con la caña puesta: en Siria, en Irán, en Wembley-Poloniov....
Total: juego de locos sin
trono para los Chamberlaines cómplices de los tronos diamantados de hoy: opción appeasement y opción cruzada resultan en aleya morituri te salutant versión Alahu
Akbar.
Los neoesclavistas
de siempre están a punto de volver a hacerlo.
Desengañémonos: las nuevas armas
de destrucción masiva están en la city-medina de Londres y los Wall
Street-minaretes. Aguardando a que las traigamos y llevemos a propulsión a odio.
¡Vamos todos a la gran hoguera ciclo-renovadora de San Huang (di), tralará!
¡Vamos todos a la gran hoguera ciclo-renovadora de San Huang (di), tralará!
Noticias: Nasrala pide represalias (por la peli Innocence of Muslims) y China clama venganza (del Japón banzai)
Imagen: James Gillray. (1799). "The State of War or the Monkey-Race in Danger".
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